lunes, julio 17, 2006

palabras de una mente enferma...

Es irónico pensar que un sentimiento tan lindo te pueda atormentar por dentro y sacarte de lugar, creyendo que lo que sientes está mal… porque la verdad es que no deberían ser así las cosas, tu allá, yo acá… donde la distancia es el protagonista que juega con nosotros.

Y es que quiero hablarte muy despacio al oído, decirte que lo que ocurre no es tu culpa, sino mía, ya que la que juega mal soy yo… tus movimientos son aciertos, los míos erróneos, hasta quizás mal intencionados, con la idea de que los corrijas. O talvez los errores de mis movimientos son la confusión que me provoca pensar que quizás me estoy apresurando.

Extraño es...

Y es que mis pasos son lentos y torpes, pero tú intentas corregirlos con tus dulces palabras. Algo así como un remedio, me inyectas sin darte cuenta y te conviertes en la cura de mi enfermedad.

Una agonía que pocos ven es la que tu lentamente conviertes en paz. Extraño es pensar como vuelves la penumbra en luz, como sacas sonrisas aunque no quiera reír, y lo más extraño aún es que por más que a ratos te quiera odiar no puedo.